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Tras huir del [[Estádio do Galatians]], [[Max]] recuerda los hechos que ocurrieron antes de salir de [[Estados Unidos]]. La acción se sitúa en el [[bar de Walton]], [[Hoboken]] ([[Nueva Jersey]]), unos meses antes de su estancia en [[São Paulo]]. |
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Revisión del 17:56 22 may 2012
| Todo el mundo puede invitarme a una copa | |
| Juego | Max Payne 3 |
|---|---|
| Parte | |
| Capítulo | 4 |
| Capítulo anterior | Otro día en la oficina |
| Capítulo siguiente | |
Todo el mundo puede invitarme a una copa es el cuarto capítulo de Max Payne 3.
Cinemáticas iniciales
Tras huir del Estádio do Galatians, Max recuerda los hechos que ocurrieron antes de salir de Estados Unidos. La acción se sitúa en el bar de Walton, Hoboken (Nueva Jersey), unos meses antes de su estancia en São Paulo.
Mientras Max Payne ahoga sus penas, una panda de niños ricos irrumpe en el local en busca de compañía femenina. Su líder es Tony, hijo del líder de la mafia de Nueva Jersey. Éste lleva días increpando a Payne, metiéndose con su edad y el hecho de ser policía.
A la vez que Max intenta tomarse sus copas en paz, se realiza un enfrentamiento dialéctico entre ambos: Tony reluce su pasado, y Max le quita hierro a su intimidación, afirmando su inutilidad y que el verdadero personaje importante es su padre, un narcotraficante y asesino. Tony se siente ofendido, y más por los comentarios de sus amigos que acrecentan su opinión. En ese momento saca su arma, pero la impasividad de Payne hace que todavía se enfade más.
Finalmente, la situación se relaja con la llegada de Raul Passos, que obliga a los chicos a bajar sus armas y largarse del local, no sin antes amenazar a los ex-policías. Cuando Raul se presenta y le recuerda su pasado (ambos estudiaron juntos en la academia), le cuenta que ha estado cinco años trabajando en Homicidios en el Bronx, pero que ahora lo ha dejado y se dedica a la seguridad privada en Estados Unidos, Centroamérica y Brasil entre otros.
Video guía
(Desde 3:45)